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Andrea Gonzales

Orgasmos en mis dos partos – Parte I

Una cita placentera, a ciegas y orgásmica

Tener un parto orgásmico SI es posible!!!!! Hay estudios que lo demuestran, además de varios testimonios de mujeres, incluyendo el mío en mis dos partos naturales (vaginales).

La explicación biológica, es por la estimulación al sistema nervioso pélvico (puntos que juegan un rol  importante en los orgasmos vaginales, cervicales y del clítoris), que se da por presión de la cabeza del bebé. Además hay mayor producción de la oxitocina, la hormona del amor.

Aquí les cuento cómo yo logré a sentir orgasmos en ese bello encuentro…

Soy coach ontológica y dentro de la formación, nos enseñan sobre las emociones usando la metodología de Alba Emoting. Me quedé tan fascinada con esta metodología que luego llevé dos cursos de especialización, y cuando estuve aprendiendo sobre la emoción del Erotismo, mencionaron que en un orgasmo y en un parto interfieren  los mismos órganos. Fue algo que me quedó grabado, ya que siempre quise ser mamá y me prometí que cuando estuviera en labor de parto me conectaría con la emoción del erotismo, la cual te lleva al placer y disfrute.

A pesar de que jamás había oído de partos orgásmicos, ni nada parecido, (me enteré de ellos poco después de mi último parto) yo sí que los tuve. Y fue gracias a simplemente aplicar los tres patrones efectores (respiración, gestos facial, postura/tensión corporal), que activan y desarrollan conscientemente la emoción elegida, en este caso el Erotismo (su máxima expresión de esta emoción es el orgasmo).

Para llegar a un orgasmo a través de la respiración:

«… inspire y espire a través de la boca abierta y relajada con un ritmo  más bien de poca amplitud y alta frecuencia; mantenga el cuerpo muy  relajado, excepto los músculos de los muslos y de la región pélvica que  aumentan el tono, y mueva sus caderas muy lentamente; mantenga la  cabeza lanzada un poco hacia atrás y hacia el lado, exponiendo el cuello  y los ojos semicerrados o cerrados del todo …» (*)

Entonces ya me veías a mi, en plena sala de dilatación respirando como si fingiera orgasmos, mi esposo y mi mamá sin saber dónde meter la cara jejejeje, pero yo feliz. Claro que no les voy a negar que hubieron momentos de tensión, nervios, cansancio, miedo; lo cual en conjunto me llevaban al dolor en las últimas contracciones, sobre todo en mi primer parto que no sabía qué pasaría y cómo sería todo. Algo que me apoyó mucho fue escuchar música que realmente me relajaba, hacer respiraciones también de relajación (las alternaba con la del erotismo), comer chocolates,  la pelota, los ricos masajitos en mi espalda baja que me daba mi esposo, y también el cuidado y apoyo de las obstetras. Osea todo aquello que me genera placer y disfrute.

 Y no es que no haya dolor, pero una cosa es  sentir un dolor placentero, y otra un dolor insufrible (así como nos han pintado siempre).

Y lamentablemente, hay factores que no apoyan a un parto placentero, y es comenzando por el espacio, ya que cada cierto momento entra personal de la clínica, haciéndote preguntas, revisándote, lo cual a mí me sacaba de mi espacio íntimo, de mi respiración. Yo tuve la suerte de dar a luz en un clínica donde si bien habían protocolos a seguir, contrarrestaba con su personal cálido y amable de las obstetras. Además una súper ginecóloga 100% pro parto natural.

Ya que se sabe que un parto placentero es posible, espero que pronto, se trabaje para que en hospitales y clínicas se de un parto respetable e intimo.

Continuará….

Con cariño,

Andrea

(*) artículo de Carme Tena donde explica sobre Erotismo bajo la metodología de Alba Emoting™, te invito a leer su blog: www.albaemotingbcn.com

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