Adiós a los estándares de belleza, HOY AMO MI CUERPO y aquí les cuento cómo lo logré J
Quiero empezar pidiéndote que mientras lees, identifiques con qué parte de tu cuerpo no te sientes a gusto, o quisieras cambiar, o simplemente la detestas…. yo voy hablar de mis piernas flacas, si flacas flacas, súper flacas!!!
En general tengo la contextura delgada, y muchas pueden pensar, qué regio, o qué envidia, quién como ella, ¿de qué tiene que quejarse?….. pero déjenme confesarles que haber vivido en este cuerpo por años fue causa de frustración, vergüenza, pena, bullying, baja autoestima y sentirme totalmente acomplejada. Ir a la playa o a la piscina significaba ir siempre en jeans y esperar el momento de meterme al agua para recién sacármelo! Andar con doble media (esas largas que te llegan hasta las rodillas) para ir al colegio con el uniforme. Además de la tristeza de no poder comprarme esas faldas, vestidos o shorts lindos a causa de la vergüenza por no cumplir con los estándares que marcaba la sociedad (y el de las ¨amigas¨ que se reían de mis piernas flaquitas). Incluso llegué a pensar que nunca iba a estar con alguien porque nadie me iba a querer dado el cuerpo que tenía. Ahora que escribo, me conecto con todo lo que viví en esos años de mi adolescencia e inicios de mi juventud, y creo que requerí de una dosis de coraje para lograr salir adelante y dejar ir esa creencia. Hoy la historia es otra J, uso faldas, shorts, vestidos y ya no le doy importancia a lo que piensen otros, si me gusta algo me lo compro y me lo pongo! Y además, aquí entre nos, disfruto de hacerme sesiones de fotos desnuda (eso ya se los contaré otro día).
¿Cómo lo logre? La verdad fue gracias a que llevé un Programa de Coaching & Liderazgo (ahora trabajo facilitando algunos talleres) el cual me llevó a formarme posteriormente como Coach Ontológica en una escuela internacional. En las sesiones de coaching que tuve con mi coach, pude ver varias creencias, vivencias y emociones en las que me paraba. Elegí pararme responsablemente en mi vida, y ya no más en víctima; aprendí a amarme y aceptarme como soy. ¿Fue fácil? Claro que no, tuve que ir a lo más profundo de mi ser, romper algunas creencias que me limitaban, surfear las emociones que gatillaban mi accionar, para finalmente conectarme con mi esencia!!!! y wuuuuuau eso si que fue súper revelador para mi!
Lo primero fue reconocer la inseguridad en la que vivía, y las emociones que surgían dada esa inseguridad. Una de esas emociones era la envidia ( envidia es envidia, nada de envidia buena o envidia mala, no te cuentes cuentos si piensas así), la envidia por el cuerpo que otras tenían y que yo no tenía, y ahí estaba yo constantemente comparándome. Como dice una Coach española que admiro muchísimo Carme Tena, ¨las emociones nos traen un regalo si sabemos escucharlo¨. El regalo que me trajo la envidia (emoción mixta) fue observar que, en mí está compuesta por tres emociones básicas, que son la rabia, la tristeza y el miedo, aquí lo detallo:
- La Rabia que me daba, ya que juzgaba como injusto tener las piernas que tenía, ¨porque ellas si y yo no!!!! ptm qué cólera¨. Y esa misma rabia me apoyó a usarla como energía que me llevaba a poner atención en lo que SI tengo y desde ahí conectarme por ejemplo con la gratitud. Tengo unas piernas que me permiten caminar, andar por la vida y bailar!!! Me encanta bailar!!. Y si voy más allá, ver que yo valgo por mis capacidades. Y desde ahí generé confianza en mi misma y aceptar lo que sí tengo.
- La profunda tristeza que sentía de no poder usar la ropa que quería y la resignación a vivir así para siempre.
- El miedo que me decía que nunca nadie se iba a fijar en mí por las piernas que tenía, y me paralizaba sin poder ver otras posibilidades, como por ejemplo que yo soy más que unas piernas, y que valgo por quien soy.
Recuerda que cuando viniste al mundo, viniste con el cuerpo que viniste. Antes de nacer no se te dio la opción para elegir cuánto medir, qué color de ojos tener, qué color de piel tener, que forma de cuerpo tener, nada de nada. En cambio, tú si tienes la opción de ELEGIR quién SER, qué hacer, cómo ACCIONAR y desde ahí tener el RESULTADO de AMARTE profundamente, y también puedes elegir mirarte con ojitos de ternura y verte como una persona bella, completa y amorosa (que es lo que proponemos en los talleres que damos). Te repito para que te quede bien clarito J, tú al nacer no elegiste con qué cuerpo habitar este mundo, y lo más importante: tú no eres tu cuerpo, tu cuerpo es parte de ti, y eres tú quien puede elegir quien SER en este mundo!!!! Éxitos.
Con mucho cariño,
Andrea